El adiestrador de mandriles.

El adiestrador de mandriles.
Diseño de imagen: Manolo García.

domingo, 14 de mayo de 2017

LA MEJOR HERENCIA.










-Pero, ¿que habré de guardar con celo para mis hijos; para cuando haya recorrido mi camino vital y no pueda estar más a su lado?

-La libertad - respondió el sentir.
Aparte de la salud, ningún otro bien es comparable con ella. No se alcanza a tocar la escurridiza felicidad sin ser libre.
Y para ser libre es necesario no acumular deudas con el mundo, pues sujetan la voluntad con fuertes amarras y secuestran el tiempo que se posee.

Si naciste libre, si ninguna atadura heredaste de quienes alumbraron tu existencia, lucha por repetir su hazaña. No dejes que tu hijo sea esclavo de las deudas que contraigas con el mundo.
En nuestras vidas hay un tiempo para cada cosa, igual que cada cosa pertenece a un tiempo. No podemos emplear todo nuestro tiempo en una cosa sin hacernos esclavos de su realización, como tampoco podemos disponer de todas las cosas en un tiempo sin hipotecar el resto indefinidamente.

   No hay mayor riqueza que la libertad, sin ella el resto de los valores carecen de brillo y su sabor resulta tan insípido como rancio su olor.
Si la vida te ha librado de la tiranía de la enfermedad prematura, no empeñes tu tiempo y tu afán por las cosas materiales que sólo al mundo corresponden, pues son cargas que habrás de pagar primero y luego mantener con esfuerzo y dedicación absoluta. Procura sólo aquello que necesites en cada momento para superar los avatares de la vida y que no sobreviva a tu tiempo, pues sólo discordia será para quienes dejes en el mundo cuando partas al infinito; más, cuanto más cueste mantener.