El adiestrador de mandriles.

El adiestrador de mandriles.
Diseño de imagen: Manolo García.

sábado, 25 de febrero de 2017

CONTRIBUCIÓN.












-No se porqué - dijeron las palabras -, todo aquello que da por bueno el corazón resulta tan difícil a nuestras manos, tan inverosímil para la mente consciente de la realidad. ¿Cuál es la razón por la que condenamos al amor a ser sólo un bello sueño, un ideal casi eterno; al perdón lo convertimos en un deseo escondido en el fondo de nuestra alma, y transformamos la entrega de nuestras cualidades de bondad en pura mercadería?

Y el sentir se reveló:

-Nada bello, elevado, resulta sencillo. ¿No sufren los lirios del campo el azote de los elementos por dar su flor cada año? ¿No soportan los mantos blancos que dejan las noches heladas de invierno, los vientos desgarradores de primavera y la quema del estío?
Sus rizomas, que apenas se ven sin escarbar la tierra que les da sustento, y a la que se encuentran fuertemente unidos, guardan el deseo que contienen para transformarlo en belleza y atraer la mirada de otras vidas que se reiniciarán en ellos. Ésa es su contribución en la cadena de la vida.
Flores y hojas morirán en su tiempo, pero a la vez nacerán rizomas nuevos que perpetuarán su existencia.

Ingrato, molesto, difícil de tragar resulta amar a quien nos ignora, a quien pasa a nuestro lado y mira para otro incapaz de saludar cada mañana. ¡Cómo nos gustaría que rompiera su silencio para desearnos un buen día! Sólo eso haría que fuera diferente, radiante, pues se encendería en nosotros la luz interior que mantenemos secuestrada por la desconfianza del desengaño y que permite ver todo como es, sin el velo de la conveniencia en la frontera de la elección.

Amor es voluntad de servicio; amar es contribuir a la vida.
También aman los lirios el abrazo del sol cada mañana, el refresco del agua sosegada y la brisa cálida con la que juegan y se pavonean al atardecer.
De igual modo debemos amar todo aquello que nos rodea, que está próximo a nuestro paso y nos permite sentir, porque sentir es el mejor sueño que podemos realizar. Entonces no nos dolerá saber que el tiempo transforma las cosas para que nunca perezcan, alejándolas de nuestras manos.







No hay comentarios: