El adiestrador de mandriles.

El adiestrador de mandriles.
Diseño de imagen: Manolo García.

domingo, 30 de junio de 2013

Las dudas.







Abandonadas en el tedio y la decepción habían caído las palabras, que por sí mismas no hallaban definición al sentido que encerraban.
Mas de nuevo, como una visión reveladora, resurgió el sentir:

- A menudo, tarde descubrimos, que lo que ansía nuestro corazón no pueden conseguirlo nuestras manos. Que aquello que elegimos, por lo que apostamos nuestra vida entera, no resultó ser lo que soñamos.
Pues nadie sueña ser feliz si para ello ha de sufrir primero; sin caer en la cuenta de que nacemos en un medio hostil, por fuerza doloroso, y que quizás la felicidad que conozcamos sólo sea la ausencia momentánea del dolor que nos produce desprendernos de la luz que contenemos, aquella que revela lo que ocultan las sombras.



   

lunes, 10 de junio de 2013

SOMOS LUZ.





- Somos luz que rasga la materia oscura descubriendo sus formas.

Luz que recorre distancias inabarcables, nunca acabadas, pues sólo en ella está el principio y el fin.

Que se transforma en infinitas mutaciones desdoblando el tiempo para dejar huella, constancia de su paso y camino a seguir.

Luz que engendra sueños que se realizan, prueba de lo que somos en cada instante y nunca fuera de él.




Tras nuestro paso, queda la materia de nuevo oscura, de nuevo sin vida, pues de ella nos habremos retirado para ser otros en latitudes que antes no conoceremos, por lo que no podremos comprender, y que negaremos.

La materia arraiga permanencia que nos duele abandonar, pero que sin nuestra luz no es nada; sólo testigo mudo de su paso.

Somos luz, mas luz consciente de su reflejo inconsciente. -



sábado, 1 de junio de 2013

FLORES.







Son los colores de la luz, que en vida se transforman.






Son fragancias que se acercan con la brisa recogiéndose en los rincones.






Son formas precisas, preciosas, sin prisas.








Sutiles provocadoras de ingrávidas sensaciones.







Talismanes para el desamor y la nostalgia,
que en su contemplación, el extraviado sentir reforman.








Son motivos de canciones, de nobles pensamientos,
que susurramos al silencio convirtiendo en oraciones.






Con ellas nos presentamos, celebramos y nos despedimos;
no existe mejor regalo que puedan portar nuestras manos.






Promesas de continuidad, 
que se materializan cada temporada.

  




Compañeras silenciosas de nuestro existir bullicioso.








Deseos que se realizan, sueños que se disipan en realidad.

   




Texturas, mixturas imposibles de otro modo;
inconscientes en su frágil perfección.








Sensualidad en estado puro, sin discreciones.








Perspectivas asimétricas de perfecta geometría.
  









Final del principio y principio del final del ciclo vital.








Caprichos de la naturaleza caprichosa.