El adiestrador de mandriles.

El adiestrador de mandriles.
Diseño de imagen: Manolo García.

lunes, 11 de julio de 2011

El adiestrador de mandriles.



- Otra vez me he perdido navegando por la dualidad que entra por mis ojos, que perciben mis oídos, que aprecia mi tacto. De nuevo, envuelto en el remolino de las dudas soy transportado hacia las simas de la indecisión, y tanto un sí como un no resultan para mí como olas gigantes que me arrastran al vacío. Aún no se cuál me costará más rebasar, pues mi barco zozobra y se balancea con cada envestida que sacude mi ánimo.

Acabaron así las palabras cuando el sentir se reveló:


-El sí y el no son herramientas que utiliza nuestra voluntad para definirse respecto al "medio" que nos zarandea constantemente.





Ambos extremos no suponen dificultad mientras nuestra voluntad sea firme, consciente; asumiremos nuestra decisión de igual modo en ambos casos pues sólo a nosotros compete.
Los dos lados contienen las mismas aristas, los mismos vértices, y suponen un desafío que condiciona nuestra conducta. 


Lo mejor es navegar por un mar tranquilo, dejándonos llevar por el viento suave que nos conduce, pero inevitablemente nos cruzaremos con otros vientos, tempestades que tratarán de alejarnos de nuestro rumbo y para lo que tendremos que decidir la dirección a tomar.
Remar hacia un lado o remar hacia el otro no es lo importante, sí nuestra voluntad de hacerlo. Sin ella no habrá compromiso de nuestra parte, e infaliblemente naufragaremos.
Sin comprometernos, un sí puede resultar un no y viceversa.





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