El adiestrador de mandriles.

El adiestrador de mandriles.
Diseño de imagen: Manolo García.

viernes, 10 de febrero de 2012

INFORMACIÓN SOLAPADA: DESINFORMACIÓN PREMEDITADA.


- Las noticias viajan desde cualquier parte del mundo a todo el resto conocido en un instante, repitiéndose sin cesar durante un corto periodo de tiempo hasta quedar tapadas por otras, que correrán su misma suerte. 

La publicidad nos bombardea sistemáticamente con sus múltiples variantes, inculcándonos los mismos conceptos, los mismos productos que tratan de vendernos masivamente y sin los cuales, nos anuncian, será peor nuestra vida. 

Se revelan vertiginosos los descubrimientos y la tecnología nos acerca a infinitas posibilidades, poniendo al alcance de la mano nuestros deseos de bienestar; pero en vez de aplacar, de minimizar nuestras necesidades vitales, incentiva otras nuevas que nos hacen más infelices cuando no podemos saciarlas.

El conocimiento hoy es mayor que en cualquier otra época, pero seguimos siendo igual de manipulables, igual de manejables, igual de vulnerables.

Y el sentir se reveló:

- No son todas, ni se producen antes, las noticias que nos llegan primero. A veces tan siquiera han sucedido, pero las aceptamos como tales y creemos sin cuestionar aquello que no ha ocurrido. Toda noticia, por verídica que sea, no deja de estar afectada por la manipulación desde el mismo momento en que se trasmite.
La manipulación de la información es real e interesada y resulta ser el marco de conocimiento en el que se mueve la conciencia social, por lo que se convierte en elemento esencial para el control de los individuos en cualquier forma de orden que trata de establecerse.

La publicidad promete soluciones a nuestras necesidades, sean del índole que sean, pero subrecticiamente lo que busca es estimular la necesidad de consumir, que en realidad es una necesidad artificial e inducida, que sólo busca el lucro. En ella se encuentra la tentación que nos empuja a creer que otro puede cubrir nuestras propias necesidades, lo cuál es falso. Nadie puede comer por nosotros, nadie podrá respirar por nosotros cuando nos quedemos sin aire.

Quedan infinidad de cosas por descifrar que descubriremos otro mañana, pareciéndonos también nuevas aunque hayan existido siempre. Cada generación es otro bebé que abre los ojos al mundo descubriendo algo nuevo cada instante, en cada mirada.

No estamos utilizando el desarrollo tecnológico de una manera global y beneficiosa para todo el género humano, sino que lo fragmentamos en múltiples partes para venderlo al mejor postor, quedando fuera de su beneficio los menos pudientes, los más desfavorecidos por la economía, lo que a su vez genera enormes distensiones sociales que hacen imposible un ritmo homogéneo en el desarrollo de toda la humanidad y en la creación y reparto de la riqueza.

Hoy en día nuestra calidad de vida no es comparable, ni siquiera, a la de nuestros antiguos reyes, y en la misma medida se encuentran nuestros conocimientos si los comparamos con los suyos. Pero igual que ahora nos parecen anticuadas las culturas del pasado, así considerarán la nuestra quienes vengan detrás tomando el relevo; cuando acabe nuestro tiempo y todos los adelantos del futuro no sirvan ya para nuestras vidas caducas.







1 comentario:

Unknown dijo...

Es un estudio profundo de la evolución de la historia y de la especie humana; nuestra realidad, invadida de tentaciones que no podemos alcanzar, porque todo se basa en la capacidad de consumo. Hoy estamos aquí, infuenciados por la información, siempre interesada y la publicidad; somo reos de la manipulación y tenemos mala salida al remo de estas galeras. Me gusta, amigo Pablo; ya había leido algo, pero ignoraba que eras tú el adiestrador. Gracias y un abrazo.