- Oí, de quien menos lo esperaba, algo que sabía sin haber aprendido y para cuya definición no encontraba palabras. Mas de sus labios salieron poderosas, como un torrente de agua pura y vivificante surgiendo de la roca, y vertieron sobre mi espíritu un caudal de comprensión que lo inundó de paz; una paz transportadora de la felicidad que nunca desaparece del todo:
-"Nacemos de un sentimiento".
- ¿Cómo entenderemos la materia que nos rodea, de la que tomamos forma, sin admitir lo que sin ver sentimos, aquello que nos atrae sin saber porqué?
¿Reconoceríamos la luz que nos conduce, si no existieran las sombras que atraviesa hasta llegar a nosotros?
El amor es el quinto elemento, la esencia vital que permite la interacción de los otros posibilitando y perpetuando la existencia, pero sólo desde una perspectiva metafísica puede ser definido, que no demostrado.
- Negamos, lo que no vemos por ser demasiado grande, impidiendo su definición. Pero tanto en lo más grande, como en lo por pequeño invisible a nuestros ojos, una fuerza nos atrae a su comprensión. Y así ponemos nuestro esfuerzo en unir las piezas sueltas que vamos encontrando, intentando completar el puzle que les de sentido, a sabiendas de que nuestra perspectiva es demasiado plana todavía para empezar a distinguir la forma que adoptan.
- Todo es incompleto y carece de sentido en su individualidad, por ello forma parte de lo absoluto, de aquello que no se puede comprender y por lo que seguimos buscando. Pero nada hay que no se haya realizado aún y que jamás vuelva a repetirse; sólo espera ser descubierto por nosotros para mutar y reproducirse infinitamente.
- ¿Quién, sino el arquitecto que la ha concebido, puede reconocer su obra por una sola esquina, por una sola roca puesta sobre la otra, y percibirla en su conjunto viendo un sólo elemento de su estructura?
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