Decidí sembrar el mundo con mis palabras, lanzadas al espacio inabarcable para ser diseminadas como semilla nueva sobre las almas ávidas de comprensión. Palabras conscientes de su búsqueda, comprometidas con la misión que pretenden y que se materializa en quien las acoge como propias.
Palabras que buscan despertar a un mundo cansado, sumido en el letargo de la decepción y la incertidumbre, que se ha vuelto desconfiado y es incapaz de creer en sí mismo.
Palabras que acercan luz para alejar las sombras de las dudas sobre sus capacidades ilimitadas de regeneración.
Palabras cargadas con pasión y sentimiento, vivas de mi experiencia cierta, verdadera, que a quien quiere tomar sirve, mas a nadie obliga.
Palabras rebeldes para el mundo adormecido, narcotizado por el falso bienestar de las comodidades; aquellas por las que vende sus sueños y se convertirse en esclavo.
Palabras de paz para el mundo en guerra consigo mismo, necesitado de calma y serenidad para sobrevivir; que se ahoga con la sangre derramada de sus hijos.
Palabras para hallar al ser humano, al ser sublime del que partimos y que buscamos.
Palabras que buscan despertar a un mundo cansado, sumido en el letargo de la decepción y la incertidumbre, que se ha vuelto desconfiado y es incapaz de creer en sí mismo.
Palabras que acercan luz para alejar las sombras de las dudas sobre sus capacidades ilimitadas de regeneración.
Palabras cargadas con pasión y sentimiento, vivas de mi experiencia cierta, verdadera, que a quien quiere tomar sirve, mas a nadie obliga.
Palabras rebeldes para el mundo adormecido, narcotizado por el falso bienestar de las comodidades; aquellas por las que vende sus sueños y se convertirse en esclavo.
Palabras de paz para el mundo en guerra consigo mismo, necesitado de calma y serenidad para sobrevivir; que se ahoga con la sangre derramada de sus hijos.
Palabras para hallar al ser humano, al ser sublime del que partimos y que buscamos.
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