El adiestrador de mandriles.

El adiestrador de mandriles.
Diseño de imagen: Manolo García.

jueves, 11 de abril de 2013

SENSIBILIDAD Y SENSIBLERÍA.





- Del ser vital surge la sensibilidad, facultad intrínseca de la vida. La materia inerte no muestra sensibilidad.
El sentimiento es el resultado físico de la sensibilidad conductora de la existencia, que nos enseña a distinguir nuestras percepciones y a orientarnos en el transcurrir del tiempo que atravesamos buscando dimensiones nuevas de vida.

La sensibilidad nos hace fuertes, pues nos ayuda a comprender para aceptar las cosas como son, no como nuestras ambiciones desean que sean.




Hay quien esconde sus miedos fingiendo emociones que no siente y exagerando sentimientos que no distingue. A esto se llama sensiblería, un error grave de nuestra sociedad opulenta y decadente, que envuelve en papel de regalo el mal de su confusionismo, de su falta de sensibilidad real, creyendo que así sera conjurado.

La sensibilidad  todo contempla, nada deja de lado; cada estado, cada forma, cada modo y condición queda expuesta a su intento de comprensión. No se puede comprender lo claro sin lo oscuro, lo duro sin lo blando, lo grande sin lo pequeño.
Sólo la desviación de la observación sensible de nuestras percepciones hace que nos perdamos en las simas de la duda y que todo lo confundamos.
Cuando sin comprender tomamos posición por unas cosas frente a otras, nos estamos apartando de la auténtica sensibilidad mostrándonos incomprensibles para los demás.



No hay comentarios: