- El mal se esconde detrás del bien que queremos ver en todas las cosas. Por eso dime: ¿De dónde vienes?
- Vengo de otra vida que me sació para siempre y que abandoné.
- ¿Cómo has llegado hasta aquí?
-El camino me ha traído. Sólo me puse a caminar por el que elegí entre un millón. Todo camino lleva a otro lado, a otra parte, y es su discurso se desarrolla la vida.
- ¿Es que te escondes acaso; huyes quizás?
-No, sólo me alejo de todo aquello que jamás dejaré de sentir aunque no vuelva a ver, para definir lo que desde siempre he sentido y que mi mundo ocultaba.
- ¿Y porqué has parado aquí?¿Qué piensas encontrar?
- Necesito descansar; necesito compañía en soledad.
-Pero eso que pides requiere un orden, vivirás en comunidad; ¿sabes a que se debe cualquier orden?
- Sí, a la obediencia.
- ¿Has pensado en cómo deberá ser tu existencia mientras dure tu paso; a que responderá mientras estés aquí?
- Mi existencia será desprendimiento de mi ser individual y único, que entregaré para nutrir con él la colectividad que acoja mi morar.
Será tomar el ritmo de las cosas a su paso por el tiempo; sin prisas, sin entretenerme en nada demasiado, sin descuidar nada que requiera de mi acción.
- ¿Y cómo estás seguro de que cumplirás?
- Porque mi palabra es disciplina; en ella baso los resultados.
- ¿Cuánto tiempo te quedarás?
- En el tiempo está el final y el tiempo lo dirá.
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