El adiestrador de mandriles.

El adiestrador de mandriles.
Diseño de imagen: Manolo García.

martes, 19 de noviembre de 2013

LIBERTAD PARA DESARROLLARNOS.






Buscando la luz descubrimos las sombras, y quizás, la libertad auténtica sólo sea como el sueño de volar del pájaro que nace en cautividad.

La fuerza del poder radica en el miedo que infunde a las gentes sencillas, creyentes de que todos los seres se deben a su control. De igual modo, su mayor debilidad se encuentra en la soledad, cuando las mismas gentes a ella lo condenan ignorando la sumisión que el poder les impone y se sienten libres de su mandato para ser, para sentir, para realizar sus aspiraciones dentro de un mundo que aman, en el que viven para sostener sus transformaciones.

Nuestro mundo de hoy, perdido como tantas otras veces en la niebla del porvenir, necesita creer de nuevo en sus capacidades de desarrollo y madurez, aún no logradas, teniendo en cuenta las diferencias y desigualdades existentes entre los seres humanos y su entorno más inmediato; condicionado, a pesar de su desarrollo tecnológico y cultural, por los impulsos animales y las fuerzas de la naturaleza.
El reto no se ha logrado, no está caduco, sigue vigente para un modelo sostenible de humanidad.

El sometimiento de las pasiones al afianzamiento de la bondad, de la piedad en la moralidad de las relaciones humanas; el comportamiento de simbiosis y sostenibilidad del ser humano con su entorno más cercano, con el resto de los animales y de las cosas que acompañan su existir, son metas aún no alcanzadas, pero impuestas para su superación y supervivencia. 






No hay comentarios: