- Saboreé inconscientemente, por un momento, la gloria de mi talento; y sólo después comprendí que había estado otra vez desperdiciando mi tiempo.
Surgieron las palabras impulsadas por el deseo de ser comprendidas, y el sentir reveló:
- Es bueno disfrutar la admiración de los demás; pero aún mejor es no sentir la culpa de los errores ajenos, que a veces la arrogancia de nuestras respuestas provoca.
1 comentario:
No es malo saborear por un momento ni por muchos la gloria de nuestro talento pues quien te lo proclama lo hace desde el respeto;desde el corazon lo transmite y sin ningun mal espera ser recivido.
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